PSICOLOGÍA EDUCATIVA

La Psicología Educativa, como se puede deducir, es la aplicación de la Psicología a la educación. Esto se refiere tanto al ámbito escolar o académico (Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, Formación Profesional, Universidad), como al ámbito familiar.

En el ámbito escolar o académico se centra en la detección, evaluación, intervención y asesoramiento en:

  • Las dificultades de aprendizaje (lectura, escritura, cálculo, aprendizaje no verbal), incluyendo la intervención educativa con los trastornos del neurodesarrollo que llevan aparejados déficits cognitivos que dificultan el aprendizaje (TDAH, TANV, inteligencia límite, TEA,…).
  • El alto potencial e interés por el aprendizaje (lo que usted conocerá como Altas Capacidades).
  • Las dificultades de convivencia escolar (habilidades sociales, resolución de conflictos, acoso escolar, redes sociales, rebeldía).
  • Dificultades de adaptación al entorno escolar (ansiedad de separación, períodos de adaptación, control de esfínteres, adquisición de hábitos, cumplimiento de normas,...).
  • La orientación académica y profesional. Análisis de los diferentes itinerarios educativos existentes, optativas, motivaciones, capacidades, salidas profesionales, toma de decisiones, etc.
  • Enseñar a aprender mejor a los niños (técnicas de estudio).
  • Detección e intervención de dificultades psicológicas relacionadas con el ámbito académico, como: ansiedad escolar, ansiedad ante los exámenes, desmotivación y falta de confianza, gestión de expectativas personales y familiares, atribuciones del fracaso o éxito, exceso de autoexigencia y perfeccionismo, afrontamiento de suspensos, repetición de curso o fracaso escolar, procrastinación,...
  • Prevención y detección de problemas y trastornos psicológicos infantiles, asesoramiento a la familia y al centro escolar, y derivación a especialistas en caso de ser necesario, ya sea al psiquiatra, psicólogo clínico o psicólogo sanitario (trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos del comportamiento alimentario, trastornos psicóticos, trastornos adictivos,...), ya sea al neuropediatra o al neuropsicólogo (trastornos del neurodesarrollo).
  • Prevención y orientación sobre diferentes problemáticas como consumo de sustancias tóxicas, riesgos en el uso de las tecnologías, emociones, acoso escolar, trastornos alimentarios, relaciones de noviazgo, sexualidad, etc.
  • Orientar a los padres sobre búsqueda de recursos, becas, ayudas u otras gestiones relacionadas con la escolarización de los hijos.
En el ámbito familiar, en la detección, evaluación e intervención en:

  • Problemas de conducta (rabietas, rebeldía, límites,...), mediante la enseñanza a los padres de técnicas de modificación de conducta.
  • Adquisición de autonomía personal (control de esfínteres, alimentación, sueño).
  • Miedos infantiles: escuela, soledad, oscuridad, mutismo selectivo, muerte,...
  • Celos infantiles.
  • Relaciones padres-hijos.
  • Procesos de separación y divorcio en relación a los hijos.
  • Familias reconstituidas, nuevas parejas, hijos de la nueva pareja,...
  • Educación de hijos adoptados y posibles dificultades.
  • Duelo infantil (en caso de duelo patológico se derivará al especialista oportuno).
  • Violencia de hijos a padres en el ámbito familiar.
  • Nuevas tecnologías (redes, móviles, videojuegos).

Aunque para ejercer la Psicóloga Educativa no es necesario estar especializado en Psicología Sanitaria, contamos con el correspondiente Registro Sanitario de la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (RES nº 40003211/200), estando habilitado como Psicólogo General Sanitario.

En los casos que lo requieren, realizamos evaluaciones psicológicas:

    • Anamnesis: proceso de exploración del niño para identificar síntomas y signos actuales (semiología), conocer el curso (inicio, progreso e intensidad de los mismos), tanto de forma directa con el niño, como analizando la historia clínica y escolar, informes y tratamientos previos, antecedentes personales y familiares, impacto en la vida cotidiana, con el fin de identificar y detectar dificultades o trastornos de la forma más acertada. Para ello, es necesaria una buena capacidad de observación, partiendo de los conocimientos basados en la evidencia científica que posee el psicólogo, así como empatía, iniciativa y prudencia.
    • Evaluación cognitiva: según las necesidades del caso analizadas en la anamnesis, se hace una evaluación cognitiva de los puntos fuertes y débiles de las diferentes funciones cognitivas: atención, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, inhibición, lenguaje, memoria, funciones ejecutivas, cognición espacial, gnosias, praxias, cognición social.
    • Evaluación de las competencias cognitivas específicas implicadas en la lectura, la escritura y la cognición matemática. En los casos necesarios, además de conocer las capacidades cognitivas generales del niño, también se evalúan aquellas que son parte específica de la lectoescritura y la cognición matemática en base a los modelos neurocognitivos imperantes.
    • Registros de conducta, en caso de ser necesarios, para lo que se requiere a los padres y/o profesores.
    • Nivel de competencia curricular.
    • Aspectos psicológicos y emocionales relacionados con el ámbito académico y familiar.
    • Elaborar conclusiones y realizar informe.
    • Propuestas de orientación e intervención.

Una vez realizada la evaluación, se lleva a cabo la propuesta de objetivos, la planificación, estimación temporal y la realización de la intervención psicoeducativa. Durante la intervención se realiza un seguimiento, valoración de los avances alcanzados y la actualización de los objetivos (modificación, inclusión o eliminación) y los tiempos estimados.

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