Analizando el futuro académico y profesional de nuestros hijos

By Juan Carlos López - 16:17

Una de las cuestiones que más nos preocupan es qué será del futuro de nuestros hijos, cuando sean adultos. Qué les gustaría ser de mayores, qué quieren estudiar, qué caminos educativos elegir y cuáles abandonar, qué habilidades tienen, cuál es su personalidad y en qué trabajos puede adaptarse mejor, a dónde les irá llevando la vida y las oportunidades que le ofrezca la sociedad,... En ese mar de cuestiones, dudas e inquietudes, debemos llegar a un equilibrio entre aquello para lo que uno muestra tendencia (eso a lo que llamamos vocación) y qué estudios tienen salidas laborales. En ese análisis también habrá que tener equilibrio entre aquello que le gustaría a los padres que estudiaran sus hijos, y lo que quieren estudiar ellos realmente. Al fin y al cabo, es su vida y la van vivir ellos, teniendo el derecho a decidir a qué dedicarla. Eso sí, como no tienen aún edad para conocer cómo está la vida más allá de su domicilio, su colegio y su barrio, y que internet y la televisión no ayudan siempre a que estén informados adecuadamente (y muchos están más ocupados en vivir el aquí y ahora), los adultos que estamos a su alrededor, especialmente los padres (con ayuda de los docentes si les hace falta), también debemos darles un poco de orientación en la toma de decisiones sin imposiciones. No hay que provocar que nuestros hijos estén dedicándose durante toda su vida a una profesión que no les satisface nada.

Aunque nuestros niños y jóvenes todavía van a tardar algunos años en incorporarse al mundo del trabajo, la sociedad está experimentando cambios muy rápidos que, según los expertos, van a conllevar importantes modificaciones en el futuro mercado de trabajo como los siguientes:

Desarrollo exponencial de la inteligencia artificial y aprendizaje automatizado de máquinas (machine learning), la automatización, la robótica, el big data, el 5G y el internet de la cosas (IoT), la nube, la realidad virtual y aumentada, y las plataformas en línea, produciendo la desaparición de algunas profesiones y la aparición de otras, que van a requerir mayor preparación técnica. Se podrán automatizar casi el 50% de los empleos que conocemos, incluso se usarán para empleos muy sofisticados como el análisis financiero, lo que generará otros puestos de trabajo alternativos. Esto hará especialmente importante la formación en STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Será imprescindible la incorporación de la mujer a estos campos de estudio para promover la igualdad de oportunidades (ya se está promoviendo). Incluso puede cambiar radicalmente el mundo de la formación, especialmente el universitario. Algunos de los cambios que conllevará la digitalización son los siguientes:

Fuente: Informe Futuro del Trabajo. Consejo Económico y Social

Entre 1970 y 2015, los ordenadores destruyeron en Estados Unidos 3,5 millones de puestos de trabajo, a la vez que contribuyeron a crear 19,3 millones nuevos.

<<El 85% de los trabajos de 2030 no se han inventado todavía>>

Informe Dell Technologies. Institute for the future.

Los trabajadores requerirán una mezcla más compleja de competencias y aptitudes más allá de los conocimientos que se adquieran con la formación, como competencias sociales y emocionales (autogestión, disposición al aprendizaje, capacidad de adaptación, pensamiento crítico, capacidad analítica, creatividad, trabajo en equipo). Serán muy importantes también las competencias digitales, existiendo una enorme preocupación acerca del nivel de competencia digital actual de los españoles (España ocupa en 2019 el puesto 17, entre los países de la Unión Europea), así como la baja presencia de profesionales especializados en las TIC's (España ocupa el puesto 18 de la de Unión Europea); y los idiomas (a menos que terminen inventando algún dispositivo electrónico que nos implanten y no haga necesario aprender idioma alguno, porque no nos van a traducir todas las aplicaciones informáticas).

Mayor permanencia en el sistema educativo, ya que será necesario (ya lo es actualmente en muchos trabajos) una formación continua a lo largo de toda la vida, porque te puedes quedar obsoleto.

Envejecimiento de la población en los países desarrollados, con un descenso de la natalidad alarmante (y que ya estamos empezando a experimentar), unido a una mayor esperanza de vida, que conllevará un alargamiento de la vida laboral (que también estamos empezando a padecer con el retraso de la jubilación). Esto, unido a que los jóvenes se incorporan más tarde al mundo laboral intensifica el envejecimiento de la población trabajadora. Los niveles de natalidad que vivimos en la actualidad generará un aumento de la inmigración para que se ocupen los puestos que la generación del baby boom de los 70 vayamos dejando. Será una inmigración distinta, que no ocupará puestos que se puedan automatizar por la robótica, sino que deberán estar más cualificados (fuga de cerebros de sus países de origen). Será especialmente importante en los ámbitos de la educación y la sanidad (habrá que sustituir a los docentes y sanitarios que se jubilen). El envejecimiento también hará que aumenten los empleos destinados al cuidado de las personas.

Una persona cambiará muchas más veces de puesto de trabajo que ahora, lo que ya nos pasa a los que rondamos los 40 y 50 con respecto a nuestros padres, que pasaron toda la vida en el mismo puesto de trabajo.

Los efectos de la globalización, en el que se prevé un descenso del peso en la economía mundial de Europa y Estados Unidos, inclinándose hacia Asia y África.

Dado el deterioro del medio ambiente se demandarán trabajos relacionados con la sostenibilidad.

Teniendo en cuenta estas previsiones (casi imprevisibles), analizar la realidad actual del mundo del trabajo parece que no puede ser muy útil para tomar decisiones sobre qué es lo más conveniente para nuestros hijos. Sin embargo, creemos que si puede ser de utilidad ir conociendo cómo vamos avanzando año tras año en nuestro entorno más inmediato como paso previo a lo que se les avecina a nuestro hijos, especialmente los que ya se encuentran terminando la ESO y tienen que tomar decisiones inmediatas. Partiendo de esta idea, y teniendo como referencia el último Informe de Infoempleo-Adecco sobre cuáles son las demandas del mundo del trabajo y los estudios más solicitados por las empresas, resumimos la información que os pueda ser de más utilidad a los padres para haceros una idea de cómo están las cosas.

El nivel formativo solicitado:

Los titulados universitarios siguen siendo los más demandados por las empresas. Sin embargo, comienza una tendencia de descenso. Por primera vez, si se suman los titulados de formación profesional de grado medio y superior, la formación universitaria es superada por la formación profesional en cuanto a demanda de las empresas. En España, existe un grave problema de sobrecualificación, es decir, las personas están más cualificadas de lo que requiere su puesto de trabajo, lo que genera insatisfacción en los trabajadores al no cumplirse las expectativas que tenían cuando estudiaron.